Documento 1: La aldea global

Fue una de esas veces que, como tantas otras, decidí tomar un café con Ana. Por supuesto, necesitaba mirar el móvil de vez en cuando para que no se me escapase la hora. Pero en una de estas el icono verde hace su entrada y te recuerda que tu agitada vida social está esperando su dosis diaria de información actualizada.

-Perdona un segundo –dices.

Y entonces comienzas a responder a alguna pregunta como la de “q vs a acer luego?” de Guillermo Murcia, o “kmo yevas l examn?” de Pablo Movil. Escribes en el teclado táctil de tu móvil última generación, pero mis dedos son tan gordos y las letras tan pequeñas que siempre cae alguna letra ikntryusa, y encima el autorrocector ayuda más bien poco.

Recuerdo entonces la Edad del Ladrillo, aquella en la que el negocio de la construcción iba viento en popa y los móviles le seguían a tono (grandes como ídems). Maldigo mi suerte y deseo en estos momentos tener un Nokia rojo de la talla 43 (de pie, se entiende). Porque recordemos uno de los grandes momentos de la ciencia: Anda que no molaba aquello de sacar el móvil del bolsillo y responder un sms con perfecta ortografía… ¡sin mirar! Porque conocías perfectamente la combinación de letras y teclas. Los móviles táctiles mataron aquello.

Déjense de Assasins Creed, Pro Evolution o Call of Duty, durante aquella época lo que lo ‘petaba’ era el Snake. Adrenalina es ver cómo aquella culebra crecía irremisiblemente, a velocidad Mach 5, en aquella pequeña pantalla verde. Eso sí es pánico y no el Resident Evil. Eso sí es sufrir y no jugar en Segunda con el Murcia en el Fifa.

Si hoy sales con una antigualla versión ladrillo te dicen “No, eso no es práctico”. “Es muy grande”. Y mi preferida: “¡Pero ande vas con eso?”. Luego, los móviles, cosa lógica, empezaron a reducir su tamaño.

Ea, pero se invirtió la tendencia. Los viejos Nokia dieron lugar a minúsculos aparatos. Pero llegó un día en que había demasiados iconos, demasiadas aplicaciones, y no cabían en la pantalla. Y hoy, sorprendentemente, ocultos en los pantalones y bolsos de hombres y mujeres, habitan móviles táctiles… de tamaño ladrillo. ¡El súmmum, oye! ¡Los inconvenientes de una y otra especie: el engorro de un móvil King-Size y la desesperación de una pantalla táctil! ¡Y sólo por el doble de precio! ¿Pero tendrá el Snake, al menos?

Envía Alta Politono Bisbal al 7171 y pon el Ave María a todo volumen en tu móvil, y por sólo veinte céntimos (asterisco). Pero para asteriscos, los del Club Zed, que, por cierto, ¡sigue vivo! Los tonos y los politonos ya son historia, amigos.

Y en estas me hallaba yo cuando respondí aquél whatssapp, el asesino de los SMS. Guardo el móvil en el bolsillo, pero mi demora ha provocado que mi acompañante haya sacado su móvil, actualice su Facebook, Twitter y, por supuesto, responda a un par de mensajicos.

-Perdona un segundo –me dice.

Y claro, no puedes hacer nada, salvo bendecir que ahora, gracias al desarrollo tecnológico, puedes tenerlo todo en uno. Hasta a tus padres.

“Te llamo porque te he mandado un whatsap hace 5 minutos y no me has respondido”.
“Te llamo porque he visto que estás en línea”.
“¿Cómo que no has visto mi mensaje? Pero si me aparecían dos ‘ticks’, eso es que lo has leído”.
Y mi preferida: “Dice que la última vez que te conectaste eran las 4 de la mañana. ¿Qué hacías a esas horas conectao, eh? ¿Qué hacías?”

Después de un provechoso café de veinte minutos, nos despedimos y me largo a una nueva cita cafetera, esta vez con Pablo Movil. Que andaba inquieto por el examen y quería descansar un poco.

Y va el muy cabrón, saca el móvil, y se pone a tuitear.

-Espera, espera, que tuiteo una cosa –dice el tío.

Y entonces, un mensaje de Ana. “Kdamos mñna?”

-Hola ¿atención al cliente? Mire, sí, que he mandado un SMS con la palabra Baja espacio Ahora al 9999 y que me da error. ¿Cómo hago?

4 Comments

  1. Saioa Lafón

    Brutal el Snake, yo era malísima!

  2. Hombre, pero se podía regular aquello y enchufarlo a velocidad más lenta… era un poco más desesperante pero así aprendí yo. Anda que no hemos echado horas…

    Saludos! Gracias por comentar!

  3. Jacinto Zamora

    Jaja el doble check! Muy bueno Carlos. Seguro que lo has visto, pero aqui te dejo un enlace de un corto buenísimo http://www.youtube.com/watch?v=XjCUrU-9eIU&feature=youtube_gdata_player

  4. Pues vendrá en los genes (o que a las hijas de la familia Lafón nos llegó el Nokia un poco tarde), ¡pero yo también era penosa!

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