Las navidades han pasado, lo sabemos. Pero se nos ha ocurrido que mejor no tires las luces que compraste para el árbol, porque puedes darle uso durante el resto del año y convertir tu habitación en un sitio más especial.

Todas las cartas de amor son ridículas. No serían cartas de amor si no fuesen ridículas. También escribí en mi época cartas de amor, como las otras, ridículas. Las cartas de amor, si hay amor, tienen que ser ridículas. Pero,

Hubo un tiempo en que los indies y los aficionados al tacatá tarareaban los mismo temas: cuando eran niños. En vez de enzarzase en si escuchar The Killers, The Kooks y todos los grupos que empiecen por “The” y provengan

A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de

Breves, simples y muy divertidos. Como siempre son los anuncios de Apple. La empresa se enfrentaba, en esta ocasión, a la dificil tarea de vender un robot. Siri. Tus deseos son órdenes. Iphone traía una aplicación por control de voz. Hasta

Para guardarlo, para recortarlo a pedazos, copiarlo archivo por archivo y guardar los pedazos, los archivos, en una carpeta que nadie abrirá y, una vez hecho eso, esperar tranquilamente a que llegue la muerte y se nos lleve a nosotros

No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero

—Es una suerte que se haya acordado de mi nombre —le dije. —Me propuse hacerlo. También averigüé dónde vivía. Era lo menos que podía hacer. —¿Y entonces por qué no me llamó? Vivo aquí permanentemente y también tengo una oficina.